martes, 26 de julio de 2011

El suicidio en grupo

Está demostrado que el clima nos condiciona más de lo que querríamos. Me ha quedado clarísimo este fin de semana, al terminar el visionado de la primera temporada de The Killing (no se la pierdan), ambientada en Seattle.

No me extraña que Kurt Cobain, ilustre miembro del recientemente engrosado Club de los 27, acabara tan malamente, viviendo como vivía en la ciudad del perpetuo diluvio.

Pues bien, parece que, si aunamos lluvia y frío persistentes e ideación autolesiva en cantidades masivas, nace una curiosa costumbre: la del suicidio en grupo. O al menos eso me dan a entender dos recientes lecturas (bueno, una de ellas no tan reciente) que paso a citar para su uso y disfrute.

En primer lugar, Delicioso suicidio en grupo, del finés Arto Paasilinna, pues no es casualidad que Finlandia sea el país con mayor tasa de suicidios.

El título ya da una pista de qué va el tema: tras conocerse en un pajar intentando acabar con sus vidas, Rellonen y Kemppainen deciden fundar una asociación de aspirantes a suicidas. Así conocen a una treintena de personajes con los que, a bordo de un autobús, recorrerán Europa buscando el mejor acantilado del que arrojarse.

En segundo lugar, En picado, de Nick Hornby (aún en proceso de lectura).

Como me relata mi corresponsal personal en Londres (que ya está tardando en abrirse el prometido blog), el clima en la capital inglesa cumple perfectamente las condiciones para que Martin, JJ, Maureen y Jess coincidan en lo alto de la conocida como “torre de los suicidas” el mismo día y a la misma hora, al intentar acabar con sus vidas. Como parece que lanzarse los cuatro en compañía les corta un poco el rollo, deciden postergar tan trascendente momento para el día de San Valentín; mientras tanto, se constituyen en una especie de grupo de autoayuda hasta que llegue la señalada fecha.

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Visto lo visto, ya está tardando en publicarse la novela cántabra sobre el suicidio en grupo, que me cuentan que este agosto, como la cosa siga así, mejor meto las Hunter en la maleta y dejo en Madrid los vestidos de tirantes.

3 comentarios:

  1. jejejej en vez de Hunter tenias que haber puesto Katiuscas.

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  2. Cierto es, Rdimichelle, cierto es... Es que la capital está acabando con mi vocabulario nativo, qué le vamos a hacer.

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  3. No me digas eso, que en Galicia estamos teniendo un tiempo penoso xD Yo fui hace poco a comprar Chesil Beach y, como no lo había, me fijé en En picado, porque me sonaba que el autor tenía un estilo parecido a David Nicholls, y me llamó la atención el argumento. Pero, en cuanto lo cogí, me dio una pereza terrible, y lo acabé devolviendo xD

    Ahora estoy con El club de la lucha, y con el primero de Harry Potter (Sí, ya sé, a buenas horas), pero es que con el cuento de la última peli me ha dado por ponerme con los libros ...

    PD: Y The Killing es una maravilla.

    Besos!

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