jueves, 24 de febrero de 2011

El kinito

Ya es jueves, mañana comienza el fin de semana y yo ya empiezo a intuir esa agradable sensación que a todos nos invade los viernes al fichar "salida" en la oficina. Además, para mí este fin de semana tiene el aliciente especial de retomar esa costumbre cántabra tan legendaria que es el kinito.

Para celebrar sus 32 febreros, Sandra nos ha convocado a un kinito en el que cántabros exiliados, cántabros de adopción y mesetarios profundos pondremos a prueba nuestro límite alcohólico en un bar cuidadosamente elegido del centro de Madrid. Como alguno de los asistentes me ha manifestado su preocupación por las reglas del juego, he creído conveniente recordarlas aquí, de modo que queden como legado para las generaciones futuras.

El objetivo del kinito es conseguir que uno o varios de los participantes (que se suele pactar a sus espaldas antes de dar comienzo al juego) acabe totalmente borracho. Para ello se necesitarán, además de la complicidad de los asistentes, grandes cantidades de alcohol, un vaso por cada jugador, un par de dados y un cubilete. Los jugadores van tirando los dados por turnos de izquierda a derecha, ocultando lo que han sacado; pasarán el cubilete al siguiente jugador, que tendrá que superar el valor manifestado por el anterior jugador (o mentir en el intento).

Puntos de las tiradas:
Kinito: es lo que más vale. Se obtiene con un 2 + 1 (21) o con un 6 + 5 (65).
Parejas: lo siguiente en valor; la que más vale es la pareja de 5 y la que menos la pareja de 2.
Puntos normales: las restantes combinaciones, por ejemplo, 5 + 4, 4 + 3... Aquí la puntuación máxima es un 54 y la mínima un 31 (si no usamos los puntos especiales que veremos a continuación) o un 42 (si los usamos).
Puntos especiales: debido a las muchas variantes de kinito, según bar, región o gusto del consumidor, hay determinadas combinaciones de tiradas que pueden tener un valor especial. Son las siguientes: 3 + 1, 3 + 2, 4 + 1. Su valor y uso se suele pactar justo antes de comenzar el juego.

Para jugar, tiramos los dados, decimos su valor en alto y se los pasamos al siguiente jugador, quien puede creernos e intentar superar el valor de los dados en su tirada o no creernos y levantar el cubilete. Si nos pillan en mentira, bebemos; por el contrario, si hemos dicho la verdad pero no nos han creído, bebe el jugador que ha levantado el cubilete. Y así, hasta el infinito.

Si sacamos un kinito, podemos pasárselo al jugador de la mesa que queramos, no necesariamente al que tenemos a nuestra derecha. Éste podrá beber directamente o intentar sacar otro kinito (en tres tiradas) y pasárnoslo a su vez, para que volvamos a sacar kinito y evitar así beber. Cuando uno de los jugadores no consiga sacar kinito, beberá tantos vasos como se hayan acumulado. Esto es lo que se conoce como contrakinito.

Con las parejas se puede realizar de manera opcional la jugada de "parejas y subiendo". Sería tal que así. Pongamos que has sacado una pareja de treses, pero a tu compañero de la derecha le dices, al pasarle los dados: "Ases, y subiendo". Si él se lo cree, puede a su vez pasarle el cubilete al siguiente sin destapar ni volver a tirar, diciendo :"Doses, y subiendo"; y así hasta que alguien levante el cubilete o llegue al máximo de las parejas: "Seises, y subiendo". Por tanto, cuando se hace esta jugada hay que tener especial cuidado de no llegar a ese límite en el que seguro te van a levantar los dados y hacerte beber.

Estas son las reglas básicas del kinito. No están todas las que son, pero sí son las que están.
Que ustedes se emborrachen bien.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Ahí hay un gato que dice "ay"

Les dedico esta imagen a todos aquellos que me tocan la moral a diario con el uso de las mayúsculas y las minúsculas. Que una persona que cree que la palabra "Rioja" es trisílaba porque procede de "río" pretenda tener razón en cuestiones de gramática me llega al corazón. Compraos este librito y a mí dejadme en paz. He dicho.

(Imagen vista en El espíritu de los cínicos)

martes, 15 de febrero de 2011

Yo también soy bipolar

Acabo de encontrarme con esto por la red de redes. Y como no tengo tiempo para escribir mis propios post, aquí lo reproduzco (¿todavía me ampara el derecho de cita o es ya cosa del pasado?). Sí, soy pirata y copio cosas, ¿qué esperáis? Que lo disfrutéis.

Hola:

Soy José Jiménez, Kurioso en la red. Pertenezco a ese mal llamado grupo de internautas o colectivo de ciudadanos anónimos, sucios, sospechosamente feos y pegados a la pantalla del ordenador durante 24 horas al día, sin atender a rancias inquietudes mundanas o responder a obligaciones laborables. No como, no duermo, no trabajo… solo descargo las fantásticas películas del catálogo de Enrique Cerezo.

Sin embargo, soy bipolar. Mi otro ‘yo’ -el no anónimo- es el de un autónomo con familia numerosa y embutido en la faja de la crisis de los que están al otro lado del escaño y deciden, sin saber, por mi futuro. La edad media del senado (sin contar a Fraga) es superior a los 55 años, la franja que estadísticamente, menos utiliza y más desconoce las nuevas tecnologías.

Soy, junto con 15 millones de ‘internautas’ bipolares, la escoria del país, durante mi fase maniática me dedico a bajar películas, acabar con el cine español y su ministra, la industria musical y todo el software del mercado. Soy, según los que defienden el rancio negocio, un chorizo, un ladrón y ello merece legislar contra mis libertades fundamentales.

Pero cuando me medico, juro soy un hombre reposado. Voy al cine como se hacía ya en los años 50, pero con unas gafas de plástico, me trago la series de televisión que quieren 3 empresas privadas y me reservo todo un fin de semana para comprar un libro en Libranda. Además, cada vez que compro una película de Disney para mis hijas, compro un DVD último modelo para poder verlas, ya que el del mes pasado me dice que no lee las protecciones.

Ayer tuve otra crisis. Después de ver la ‘fantástica gala’ de la poderosa industria que apoyáis, quise ver la mejor película del año. No pude. Me puse muy nervioso. Solo se proyectaba en una sala alternativa en la capital de España, donde resido. Volví a recaer y ya estoy buscándola en la red. Lo siento.

Soy bipolar y, desafortunadamente, en las próximas elecciones va a votar mi parte maníaca. La otra, la cuerda, ya decidió hace tiempo y por otras razones que tampoco el bipartidismo merece una nueva oportunidad.

Gracias, de corazón, por seguir allí. Os odio.

Visto en Kurioso.

lunes, 14 de febrero de 2011

jueves, 3 de febrero de 2011

Madrid Me Mata


A pesar de que Gallardón dice que Madrid tiene "la mejor calidad del aire que ha tenido en toda su historia". Visto en Escolar.