martes, 29 de junio de 2010

He vuelto, sana, salva y un poco más pobre

Un paso al Norte, (en Europa)
un pasito hacia el sur, (en Europa)
de este a oeste, (en Europa)
empiezo yo y sigues tú. (en Europa)

Aquí estamos, de vuelta en la ciudad sin metro, tras tres días muy bien aprovechados. Varias son las impresiones que me ha dejado la tierra de los fiordos:
  • La gente no es tan alta, esbelta y rubia como pudieras imaginar. Y los que son rubios se empeñan en teñirse el pelo de negro. ¿Dónde están esos vikingos que yo me esperaba? Habrá que pasarse por Suecia y Finlandia para encontrarlos.
  • Los otakus nipones son unos aficionados comparados con los jovenzuelos de Oslo. Cantidades ingentes de adolescentes disfrazados de oso panda o vampiro inundaban las calles. Al principio creímos que había una convención o algo parecido. Pero no, es que salen así a pasear.
  • Oslo es, con diferencia, la ciudad más cara en la que he estado. Ello ha provocado que haya pagado lo que nunca por una única botella de vino blanco que estaba medio bueno, esta que aquí veis:

  • Como consecuencia del punto anterior, optamos por economizar evitando usar todo tipo de transporte que supusiera un desembolso económico (salvo el velero, claro, que recorrerse el fiordo nadando iba a ser muy cansado). Hoy puedo decir que estoy totalmente preparada para correr la maratón.
  • Aprovechando que se celebraba el Orgullo Gay por aquellos lares, hicimos una incursión en el evento. He decir que ELLOS son mucho más estilosos y guapos que ELLAS. No tengo ni idea de qué tipo de selección genética se ha producido por allí, pero nunca vi tanta franela junta. Aquello era el paraíso de las mujeres biológicas. Una vikinga quiso confraternizar conmigo; la barrera idiomática no le supuso ningún impedimento, es más, el no poder comunicarnos verbalmente le parecía la mar de gracioso: "Mejor, pues así bebemos", me tradujeron que exclamó.
  • Nunca entenderé por qué en un lugar en el que nunca se hace de noche no hay persianas.
Resumiendo, lo he pasado divinamente. Y me he quedado con ganas de ver todo aquello con un poco más de nieve. Así que volveré, seguro (eso sí, cuando haya ahorrado algo). Y por hoy, esto es todo. Otro día más. Me voy a ver si por fin eliminan a España del Mundial.


3 comentarios:

  1. Yo estuve en Göteborg y desde entonces me apasionan los países escandinavos. Quiero ir a Estocolmo sobre todo, y la verdad es que Oslo no me llamaba mucho la atención, pero me ha molado viendo tus fotos. Además ya sé que vino no tengo que pedir. :)

    ResponderEliminar
  2. ¿Tú también has prometido no depilarte en 1 años si España gana el mundial y le estás haciendo budú a Villa?
    Yoesque..., deduzco por el comentario anterior (con algo de envidia, porque no decirlo) que existe un precioso albúm de fotos de Oslo al que sólo unos pocos tiene acceso (totalmente comprensible, porque no decirlo también) Quiero ver algo más porfaaaa, no sé, una cabina osleña, un banco oslense o un carajillo osliano...

    ResponderEliminar
  3. perdón... es que en mi casa tenemos albúmes llenos de afotos...

    ResponderEliminar