jueves, 25 de marzo de 2010

Basado en hechos reales

¿Alguna vez has ido a hacerte un café y no quedaban tazas limpias? ¿No tienes lavavajillas o el que tienes está lleno y/o en funcionamiento? Sigue estos sencillos pasos, y evitarás estropear la delicada piel de tus manos con el estropajo:
1. Lavavajillas en funcionamiento.
2. Taza sucia en el fregadero.
3. Ganas de tomar un café.
4. No hay ganas de fregar una taza.
5. La taza se llena de agua.
6. Al agua se le echa un chorro de Fairy.
7. La taza se mete en el microondas.
8. La taza se saca del micro y se pone bajo el grifo.
Resultado: se obtiene una taza limpia y se puede hacer un café.

Aunque no lo creas, todo lo que acabas de leer es verídico.

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