Una de las sorpresas de este agosto fue acabar en un semisótano con olor a moho de La Pozona (a.k.a. Santander) escuchando al hasta entonces desconocido para mí Betacam (y eso que por fuerza habremos coincidido en la barra del Mundo Paralelo más de una vez, a juzgar por su biografía).
Creo que ha sido uno de los conciertos más minimalistas a los que he asistido, con iluminación consistente en esas lámparas de 5 euros del Ikea y un público reducido pero entusiasta. A mí me ganó automáticamente cuando le dedicó una canción al Caminante de Torrelavega.
Así que, aunque abuse de rimas tan poco pulidas como "Si no bebieses whisky con tónica/me casaría contigo, Mónica", me declaro fans desde ya.
Por supuesto, Rosi. Me entretengo estas duras primeras mañanas de curro rememorando los buenos tiempos... ;)
ResponderEliminarPues no hay mucho que escuchar, diez canciones a lo sumo.
De eso nada!
ResponderEliminarhttp://betacam.bandcamp.com/
Perdón, Anónimo, que son veintitantas, es cierto. Rectifico mi error.
ResponderEliminar